Páginas

miércoles, 23 de febrero de 2011

Medición y seguimiento de tareas

Sigue siendo el talón de Aquiles para muchos projects managers en sus proyectos, pues constantemente oímos que medir el esfuerzo es una valoración muy subjetiva, y a menudo se utilizan las siguientes afirmaciones: “Sabemos el tiempo transcurrido pero no sabemos el esfuerzo pendiente de realizar”, “es difícil saber cuanto falta para terminar la tarea”, “el esfuerzo restante es un dato subjetivo”...


Leyendo hace unos días un artículo sobre el Earned Value Management(EVM) , como metodología de referencia para determinar el desempeño de los costes y la programación de proyectos, este citaba algunas técnicas para medir el trabajo realizado durante la ejecución del proyecto.

  • Porcentaje: esta técnica, quizás la más utilizada y la más subjetiva de todas, consiste en una estimación del porcentaje de trabajo realizado para cada periodo comparándolo con el plan.
  • Hitos: esta técnica se utiliza para tareas de larga duración, y consiste en dividir el trabajo en hitos, que suelen ser de muy fácil identificación y a estos se les atribuye un valor de realización.
  • 50/50: esta técnica consiste en asignar el 50% de progreso al inicio de la tarea y el 50% restante a la finalización de la tarea. Es muy efectiva en tareas pequeñas.
  • 0/100: igual que la anterior pero asignando sólo el progreso a la finalización de la tarea. Es una variación de la anterior, donde se da más importancia en el seguimiento a la terminación de la tarea.
  • 25/75: como las anteriores, pero aunque se sigue dando más importancia a la finalización, también se contempla el inicio.

En mi opinión, la primera es la que más esfuerzo requiere, donde el PM tiene que estar constantemente entrevistándose con el equipo de proyecto para realizar las estimaciones sobre el progreso, y siempre dependerá de la opinión del ejecutor de la tarea para realizar esa estimación. Además, a menudo este seguimiento del PM es percibido por los componentes del equipo de proyecto como un “control” y habitualmente provoca tensiones.

La segunda, normalmente se utiliza para el seguimiento de un grupo de tareas o fases, siendo muy eficaz como técnica de seguimiento. En cambio no nos soluciona el seguimiento de una tarea en concreto ya que rara vez un tarea se dividirá en hitos.

Sobre el resto, las tres son una variación en el porcentaje a aplicar, pero el concepto resuelve la orientación subjetiva de la primera. Se refleja el inicio y el fin de la tarea, y en función de la criticidad de la misma podemos aplicar un porcentaje u otro. Quizás no es tan precisa, pero también hay que valorar que el PM recogerá solo el inicio y el fin de la tarea eliminando las estimaciones subjetivas.

En cualquier caso, lo que requiere el PM es que al inicio del proyecto se pueda acordar la técnica o técnicas que se utilizaran para el seguimiento de las tareas del plan, y así poder informar del progreso del esfuerzo en los informes de seguimiento o en las reuniones de seguimiento del proyecto.